martes, 3 de junio de 2008

Pere Bessó traduce a Gladis Moine


En una cadira de braços a la finestra mira el calor del sol.
No veu el fred del carrer. El vidre es va pintant de gris. Continua mirant com es colora de lluna. Llavors ella somriu. Desperten els racons de la casa i comença a fer voltes i voltes en passos de vals. Cada lloc guarda diversos olors, sabors, passions, llàgrimes, riures que van i venen, juguen, ballen. S'endreden cos i ombra. Tènues llums tallen la seua imatge en parets ornades per la nit.
L'alba, cavaller lluminós, la convida a contemplar el fred calor del silenci.



En un sillón a la ventana mira el calor del sol.
No ve el frío de la calle. El vidrio se va pintando de gris. Sigue mirando cómo se colorea de luna. Entonces ella sonríe. Despiertan los rincones de la casa y comienza a dar vueltas y vueltas en pasos de vals. Cada lugar guarda distintos olores, sabores, pasiones, lágrimas, risas que van y vienen, juegan, bailan. Se enredan cuerpo y sombra . Tenues luces tallan su imagen sobre paredes adornadas por la noche.
El alba, caballero luminoso, la invita a contemplar el frío calor del silencio.

© Gladis Moine
Traducción al catalán Pere bessó

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Y por qué el alba es un caballero luminoso? Puestos a personificar, prosopopeya o alegoría, prefiero a la Dama de la Luz, Ios la rosácea, y no sólo por género, sino por respeto a la mitología...
¿Alguien recuerda a la diosa de la Aurora, desde los palatinos a Góngora, por salvar unos cuantos siglos de amaneceres?
mariajosepa

6 de junio de 2008, 4:48  

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